Estimado/a LECTOR:
Existe una forma amable y exitosa de gestionar una crisis sea la que sea: entre padres e hijos, entre hermanos, entre primos, entre parejas con hijos o sin hijos en común, entre amigos que un día fueron inseparables, entre socios que empezaron juntos un negocio, entre vecinos o miembros de grupos o asociaciones.
La mediación aborda significativamente bien todas estas problemáticas entre personas que han estado unidas por vínculos muy fuertes que se suponían permanentes. Es la forma más respetuosa, económica y eficaz de tratar temas tan delicados y donde tantas personas están sufriendo.
Como mediadora acompaño a todas las personas que participan en la mediación, A TODAS. Porque la mediación pertenece a todas las personas que buscan desesperadamente una forma de entenderse.
Las rupturas, los conflictos, los cambios no previstos, arrastran a las personas a abismos interiores donde falta la luz y no se puede respirar.
Me suelo encontrar con personas devastadas, cansadas, sobrepasadas por seguir conviviendo sin encontrar la forma de comunicarse “es como que hablamos diferente idioma”, “no me escucha”, “no entiende nada”. En muchas ocasiones llevan tiempo acumulando ira y resentimiento, sentimientos de venganza “si sigue así que se atenga a las consecuencias”, de dolor “no lo soporto más” o vergüenza “no sé cómo es posible pero esta persona ya no me importa”, confusión “no sé si quiero seguir”, incredulidad, “como me han hecho esto a mí” o desesperación “nos veremos en el juzgado”.
Las familias (cuando no forman parte del conflicto) poco o nada ayudan porque se ponen de un lado o del otro lado, a veces incluso “se cambian de bando” para apoyar al que durante un tiempo también ha formado parte importante de su vida. Total que fuerzan situaciones, aturullan más, perjudican más.
Los amigos también tienen algo que opinar sobre tus problemas personales, a veces incluso cuando no se lo has pedido…Empiezan a saturarte de consejos, te ofrecen distracciones o te abruman a WhatsApp. El problema es que cuando se van, tú sigues siendo el único responsable de lo que te está pasando y el único que vivirá las consecuencias de las decisiones que tome. TUS DECISIONES SOLO TE VAN A AFECTAR A TI, SOLO TU tienes en tus manos el cómo gestionarlo.
Acude a la mediación, date la oportunidad de ser ayudado, acompañado DE FORMA NEUTRAL E IMPARCIAL mientras tomas decisiones trascendentales para tu vida. Se puede estar mejor. Libérate, participa, construye. Vive.
Estoy a tu disposición y de tu familia desde el primer contacto. Te invito a dar hoy mismo el primer paso. Llámame.
Un cordial saludo, Ana