Mediación para gestionar los conflictos hereditarios

No todas las personas dejan un testamento donde explican cómo quieren que se repartan sus
bienes. En otras ocasiones sí hay un testamento pero que fue otorgado hace tantos años que en
el momento del reparto los herederos solo se encuentran con problemas que amenazan el
mantenimiento de los lazos que puedan quedar entre ellos. Incluso testamentos otorgados
recientemente con la mejor disposición y amor hacia los que se quedan pueden resultar trampas
a la hora del reparto.

Hay mil y una situaciones en las que la intervención de una tercera persona neutral e imparcial
puede descongesƟonar un conflicto hereditario. Contando con los abogados y los gestores, en
todo caso imprescindibles para dar el visto bueno a los acuerdos que tomen las personas a las
que asesoran, la figura del mediador resulta fundamental para reequilibrar los intereses y las
necesidades de todos y cada uno.

Hay tantas familias como fórmulas para hacer posible una distribución de los bienes con la que
los herederos se sientan reconfortados.

Cada vez que me encargan la mediación en una herencia reconozco las posturas distanciadas,
los egos dolidos por lo que consideran falta de reconocimiento, egoísmos, traiciones o falsedades
de las personas que forman parte de su familia. Alimentar estas dolorosas situaciones es hacerse
un flaco favor y hacérselo a la memoria de la persona que con esfuerzo y sacrificio te ha dejado
algo de lo que fue suyo y quiso que fuese tuyo a su partida.

Cuanto antes se inicie la mediación más posibilidades hay de resolución exitosa.
Y cada uno a seguir con su vida que bastante complicada es ya como para liarla con más disputas
con la gente que te ha visto crecer.

Elige la mediación para el reparto de los bienes. Sigue formando parte de esa familia en lugar de
distanciarte de ella para siempre. Honra a la persona que ya no está, disfruta de lo que te ha
dejado y vive.